domingo, 15 de mayo de 2016

Preguntas

Ni siquiera lo hecho es tan importante como lo que hacemos. 

Ahí es donde estamos desnudos; sin el mi. 
Un poco mas cerca de la tierra o del cielo.
E incluso eso mismo que hacemos nos excede. 
Así de simple es nuestra existencia. 

Tantas reflexiòn me lleva solo a pensar que el Tao, como el abandono total, es la única forma de salir de esta trampa.

Realmente no somos lo que hicimos, a lo sumo una mueca, una sombra deforme, un balbuceo.
Cuánto más tiene que hablar el Mi antes de callarse?
Cuánta arrogancia engendrada en tan pocos años de vida. 
Incluso una vida larga y aprovechada no sería tiempo suficiente para soportar o cimentar esta actitud. 

¿Cómo cambiar esto? 
¿Cómo ser mejor Humano? 
¿Cómo no ver a los demás desde el preconcepto de mi experiencia?
¿Cómo volver a practicar sin que me importen las miradas? 

Enfocarse en hacer no es suficiente.

Meditar.

El veneno no es la salida; tampoco lo es la estimulación sensorial.


Anular la individualidad.



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