La mujer perfecta

Regodeandome en oscura miseria,
te tiento a ti,
mujer que habitas en mi corazon.

Te provoco
con brillantes recuerdos
y dialogos entrecortados.

Te provoco
para unirme en tu abrazo,
buscando tu saliva, tu lengua,
para arrancarte mis palabras.

Como siguiendo
algun rito perdido
de magia negra, o azul,
me arrodillo ante tu busto de retazos.

Invocando tu voz, jamas oida;
Alzando, cual ofrendas,
sonrisas que aun me enternecen,
abrazos que aun me guarecen,
palabras que aun me estremecen.
Ofrendas de sangre,
miembros aun palpitantes.
Ofrendas para traerte
a la vida
por un instante.

A ti mujer perfecta,
a ti,
dueña de belleza inmortal.
Dueña del cabello rizado,
de la mas hermosa,
del andar vagabundo y errante de estrella,
de la mujer de la ciudad,
de la sonrisa amplia, genuina y fresca de oriente.
A ti que tienes por corazon
los pedazos que me faltan
Que tienes por alma
sus recuerdos mios.

Ven a mi mujer perfecta,
emerge de mi aliento,
trae a mi tu templanza,
tu ingenuidad, tu fe, tus sueños.

Envuelveme en tu abrazo vacio
para poder ser
todos los que fui
una vez mas,
antes de que mis lagrimas se sequen,
antes de que mi corazon se endurezca.

Baila conmigo
en este instante de otoño eterno
que vivo en mis entrañas,
siguiendo el ritmo de las hojas apenas caidas,
persiguiendo el rojizo
hasta robarle el ultimo suspiro
de color.

Te tiento mirando otras caras,
mientras las estaciones de tren quedan atras,
mientras todo pasa, mientras cae esta piel,
arrancada por tus manos,
como si una vez mas
pudiera sentir
tus uñas en mi espalda,
como si una vez mas
pudiera sentir
tu aliento en mi cuello,
tus lagrimas en mis mejillas.

Dejame caer en el abismo
insondable
de tus ojos,
que no devuelven mas mi imagen,
sino la tuya.

Y tu abrazo me ahoga en la nada,
y recuerdo que hoy quiero vivir.
Hoy te devuelvo a donde perteneces,
a lo mas profundo de mi corazon,
para reinar mi pasado
desde la espesa tiniebla
de mi pesar.
Te exilio
y condeno
a esperar en tu cama de promesas
hasta el dia en que me vuelva a ti
para siempre.